martes, 10 de abril de 2012

Ellas aman eternamente como estatuas

No preguntes por qué corro.

Todas esas sombras reían conmigo,aunque no había nadie.
Y mientras tu sonrisa me abrazaba, dos serpientes de sangre
 tibia mordían mis ojos y mis labios,
pero yo sabía, que nadie podía verlas.

Ese cielo verde de árboles,resortes de papel
entorpecían mi camino desesperadamente blando
y ellas corrían con sus pies de humo y risa etérea
mientras el plomo cosía mis pies.

Entré en el mausoleo de mi mente con ellas
y giré las cincuenta y cinco llaves.
Pero tu voz traspasaba la piedra,
preguntando.

Ellas me hablan, pero no entiendo.
Y sé
que me estan enloqueciendo
en sus abrazos de lino,
pero no importa
porque aman como las piezas de un rompecabezas
que jamás se deshace.

Tu voz estrangula mis oidos desde lo lejos
buscando una repuesta,
y ellas observan,
desde el espejo, gritando.

Y espero que los muros se queden hartos
de escucharte,
pero no me preguntes porqué corro
por qué huyo
por qué no entiendo.