jueves, 15 de marzo de 2012

Amarillo

Y tus pupilas eran dos enormes y profundas pesadillas
dentro de un sueño.
De ese color amarillo tan enfermo
que antes me reflejaba deseando.
Y tu sombra, como un lobo famélico
me abrio el pecho y la garganta de lado a lado
mientras me ahogaba en ese rojo color oscuridad.
Volviste, y me observaste
y comence a llorar deseando morir o quedarme ciega
para escapar de esa amarilla enredadera
que arrancaba mis entrañas.
Hasta que un terremoto,me sacudio con el piso
y mi garganta vomitó una espada
para que dibujes en la arena
un lápiz,gritando al silencio omiso.

lunes, 5 de marzo de 2012

Paloma

Hace mucho tiempo soñé un sueño
que no quería recordar
los espíritus de todo lo bueno
perecían en el mar.
Las personas eran marionetas tristes
con sus hilos enredados
y una lluvia gris pintaba el mundo
cegando hasta a los libros.
Y ahí estaba yo,
en mi perdición, a la deriva
buscando alguna persona
que pudiese hablar todavía.
Pero el tiempo pasó apurado
y ni a mi sombra encontré
tan sólo a una paloma negra con ojos vivos.
Cuando me harté de sonreirles
a esas marionetas sin sueños
seguí las alas del ave
hasta la cornisa de un edificio.
Me paré en el borde.Miré el vacío.
La paloma cayó a medio vuelo, muerta en el piso.
Sonreí y salté al aire, haciendo lo mismo.

Ese hubiese sido un sueño triste
pero nunca lo fue.

Porque morí en el aire
nunca soñé.

Donde yo muero

Todos los dias despierto, y nace en mi ese ser
controla todo mi cuerpo
hasta el anochecer.
Allí donde el sol muere
nacen mis ojos enfermos
saludan mis suaves manos
ellas solo apuñalan a su dueño.
El cuchillo se ríe conmigo
mientras transpasa mis pies
mientras corro sobre mil clavos
mientras me arranco la piel.
Ay, pobre y estúpida chica
que nace cuando yo muero
de la que me río durante el dia
encerrada en el féretro.

Precipicio

Mis pies se derriten en sangre
me ruegan detenerme
al horizonte eterno huyo
donde las sombras no puedan verme.


El camino se rie en mi cara
con su carcajada larga y dolorosa
los pies siguen corriendo
llorandose entre las rocas.


Mis ojos se han marchitado
como dos rosas negras y muertas
la oscuridad baila eternamente
en esta noche que nunca despierta.


Quizá un dia, cuando mis musculos mueran
esos pies, eterna tortura, a descansar se detengan.
Mi cuerpo caerá, docil y sonriente
por el abismo peligroso, que en silencio se venga.

El beso del engaño

Ese discurso de mentiras puras
se  repite, distinto cada vez...
Ese beso frio y seco en la cara del odio 
que me mira, y sus ojos no quiero ver.
La esperanza valiente susurra
Odiado engaño, conocido enemigo, compañero
quémame con tus labios
con el calor de tu abrazo
no me inspiras miedo.
Y cuando te canses de apuñalarme,
cuando mi sangre y dolor bañen el suelo
La Verdad, antes de mi ultimo aliento
me tendera su mano
apagará tu fuego.