lunes, 5 de marzo de 2012

Paloma

Hace mucho tiempo soñé un sueño
que no quería recordar
los espíritus de todo lo bueno
perecían en el mar.
Las personas eran marionetas tristes
con sus hilos enredados
y una lluvia gris pintaba el mundo
cegando hasta a los libros.
Y ahí estaba yo,
en mi perdición, a la deriva
buscando alguna persona
que pudiese hablar todavía.
Pero el tiempo pasó apurado
y ni a mi sombra encontré
tan sólo a una paloma negra con ojos vivos.
Cuando me harté de sonreirles
a esas marionetas sin sueños
seguí las alas del ave
hasta la cornisa de un edificio.
Me paré en el borde.Miré el vacío.
La paloma cayó a medio vuelo, muerta en el piso.
Sonreí y salté al aire, haciendo lo mismo.

Ese hubiese sido un sueño triste
pero nunca lo fue.

Porque morí en el aire
nunca soñé.

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